El Feng Shui se basa en tres principios:
1 Todo está vivo
Ya sabemos que las personas, animales y plantas están vivas, pero tenemos que tener en cuenta que todos los objetos que nos rodean también.Todos están cargados de un significado que puede variar para unas personas o para otras. Este principio dice que nos rodeemos sólo de aquellas cosas que nos hacen aumentar el ‘Chi o energía vital. Por lo tanto, si un objeto te es indiferente, no te aumenta el ‘Chi: cámbialo por otro que sí lo haga. Para el Feng Shui no hay objetos neutros… ¡Sé consciente!
2. Todo está relacionado
Los objetos nos influyen y nosotros a ellos. Nuestra casa o trabajo es el reflejo de cómo estamos. Si cambia nuestro hogar o negocio cambiaremos nosotros. Este principio hace referencia al orden y limpieza; pero no de barrer o el polvo si no de aquellas cosas que no necesitamos y que están ocupando un espacio en casa o en el trabajo, bloqueando la energía o ‘Chi. Cuando hacemos “limpieza” estamos moviendo la energía de nuestro espacio y damos la oportunidad de entrada de cosas nuevas y buenas en nuestra vida. Tenemos que vaciar para que entren nuevas oportunidades, nuevas relaciones, una vida más llena y feliz.
Y esto nos lleva al siguiente principio…
3. Todo cambia
La esencia de la creación es cambio. Nada es estable; todo cambia constantemente aunque no seamos conscientes: el día, la noche; primavera, verano, otoño, invierno; infancia, adolescencia, juventud, madurez.
Este principio nos aconseja que no nos aferremos a las cosas. Aunque nos da miedo el cambio y es comprensible la estabilidad, no se ajusta a la realidad. Por lo tanto, mejor un cambio suave y constante que mantenga el flujo de la energía. Hay un proverbio chino que dice: Si quieres tener suerte, mueve 27 cosas de tu hogar. En Feng Shui decimos: si quieres que se produzcan cambios en tu vida, mueve 27 cosas de tu hogar (o negocio).